Diferencias entre puertas blindadas y acorazadas

Diferencias entre puertas blindadas y acorazadas

La seguridad del hogar comienza por la puerta de entrada. Aunque existen múltiples opciones, las más buscadas por quienes priorizan la protección son las puertas blindadas y las puertas acorazadas. A simple vista pueden parecer similares, pero su estructura, resistencia y función presentan diferencias clave que conviene conocer antes de tomar una decisión.

¿Qué es una puerta blindada?

Una puerta blindada es una puerta cuya estructura principal está hecha de madera, pero que incorpora refuerzos metálicos tanto en la hoja como en el marco. Su cerradura suele ser de seguridad media-alta, e incluye algunos elementos antipalanca y bisagras reforzadas.

Estas puertas ofrecen una resistencia superior a la de una puerta tradicional, sobre todo frente a intentos de robo oportunistas, pero no están diseñadas para soportar ataques con herramientas más agresivas o prolongadas.

¿Qué es una puerta acorazada?

A diferencia de la blindada, una puerta acorazada se construye completamente con estructura de acero, tanto en la hoja como en el marco. Su cerradura va integrada al núcleo metálico, lo que la convierte en un sistema mucho más robusto. Además, suelen incorporar cilindros de alta gama, escudos protectores, sistemas de anclaje multipunto y certificaciones de resistencia frente a robos.

Las puertas acorazadas son ideales para zonas de alto riesgo o viviendas aisladas, ya que ofrecen un nivel de seguridad superior frente a ataques violentos.

Principales diferencias a tener en cuenta

  • Material de construcción:
    • Blindada: madera reforzada con planchas metálicas.
    • Acorazada: estructura completamente metálica.
  • Marco y anclaje:
    • Blindada: marco de madera con refuerzo.
    • Acorazada: marco de acero anclado a la pared.
  • Resistencia al ataque:
    • Blindada: protección básica a media contra intrusión.
    • Acorazada: alta resistencia a ataques con palanca, taladro o maza.
  • Nivel de certificación:
    • Blindada: puede tener algunas certificaciones, pero no siempre.
    • Acorazada: suelen cumplir normas como UNE 1627 con grados de seguridad específicos.
  • Peso y robustez:
    • Blindada: más ligera, más fácil de instalar.
    • Acorazada: más pesada, requiere instalación profesional.

¿Cuál elegir según el contexto?

Si vives en un piso dentro de un edificio con vigilancia o puertas de acceso comunes, una puerta blindada puede ser suficiente como medida de disuasión y protección intermedia. En cambio, si tu vivienda está en una zona más vulnerable, en planta baja o aislada, la puerta acorazada es la opción más fiable.

También hay que considerar el tipo de cerradura instalada: muchas puertas blindadas pueden mejorarse con un bombín de alta seguridad y escudo protector, mientras que las acorazadas ya suelen venir equipadas con estos elementos integrados.

Seguridad que comienza por la estructura

Elegir entre una puerta blindada y una acorazada no solo depende del presupuesto, sino del nivel de riesgo, tipo de vivienda y expectativas en cuanto a protección. Ambas representan un salto importante respecto a las puertas convencionales, pero comprender sus diferencias es fundamental para invertir de forma efectiva en la seguridad del hogar.

Gregorio Bonverde